20/02/2021

El sector resultó muy golpeado durante la pandemia, pero se empezó a recuperar. La constante suba en los combustibles y el final de la cuarentena, los factores claves.

Los talleres de conversión empezaron a notar un mayor movimiento por consultas e instalaciones de equipos.
Los primeros meses del 2021 empezaron con un guiño para el sector: resurgió la actividad y en la mayoría de los casos alcanzó los niveles previos a la llegada del coronavirus. La pandemia y la

consecuente cuarenta impuesta por el gobierno, frenó la actividad de los talleres de todo el país.
Hoy, los talleres perciben el recupero de la actividad: hay más movimientos por consultas e instalaciones de equipos, como una forma de abaratar el costo de vida con un ahorro en combustible. Dos variables impulsaron el crecimiento del GNC: el constante aumento en el precio de las naftas y el retorno a una circulación vehicular normal.
“Los precios del GNC aumentaron muy poco y el de la nafta se disparó. En nuestra actividad, el precio de la nafta es el que manda”, enfatiza un tallerista consultado y señala que es fundamental que se puedan mantener los precios y que el dólar esté estable. “Si se da eso, vamos a seguir trabajando y tenemos la esperanza de recuperar lo perdido”, asegura.
Si bien los costos son variables, según las características del vehículo, instalar un equipo de GNC cuesta alrededor de 60 mil pesos en promedio. En muchos talleres ofrecen planes de financiación con tarjeta de crédito lo cual resulta seductor a la hora de tomar la decisión.
Según cifras publicadas por el Enargas, en 2020 se instalaron 97.306 equipos, 60 mil menos que el año anterior.