21/11/2022

Según el FMI, las reservas se agotan en un ritmo acelerado. El organismo sostiene que son inciertos los resultados de los esfuerzos que hace la empresa estatal del petróleo por encontrar nuevos yacimientos que reemplacen a los descubiertos por gobiernos anteriores.

Las reservas de gas natural de Bolivia se agotan en un ritmo cada vez más acelerado, dice el FMI cuando la balanza energética (exportaciones contra importaciones) arrojó un déficit de 1.000 millones de dólares entre enero y septiembre de este año.
El organismo internacional dice que son inciertos los resultados de los esfuerzos que hace la empresa estatal del petróleo (YPFB) por encontrar nuevos yacimientos de gas natural que reemplacen a los descubiertos por gobiernos anteriores.
El déficit en la balanza energética tiene una complicación mayor, porque el precio al consumidor de los combustibles importados, gasolina y diésel oil es subvencionado y es de 54 centavos de dólar el litro, el cuarto más barato de Sudamérica, después de Venezuela, Ecuador y Colombia. Mientras en Brasil cuesta 93 centavos y Argentina 1,05. Lo paradójico es que el precio de la gasolina en Arabia Saudita es de 62 centavos y en los Emiratos Árabes 83.
El FMI dice que esa subvención representaba 1,5% del PIB boliviano, pero que ahora llegó a 3,7%, un nivel preocupante, cuando el organismo insiste en que se debe reducir el gasto público de inmediato.
La falta de gas se debe a que las petroleras extranjeras dejaron de invertir en exploración en Bolivia desde 2006, cuando el gobierno de Evo Morales cambió el texto de los contratos de operación, pero por razones políticas decidió llamar a eso una “nacionalización”, lo que molestó a las casas matrices.
En 2013, la producción de gas era de 62 millones de metros cúbicos por día, y ahora sólo llega a 38 millones, lo que obliga a disminuir los volúmenes que se envían a Argentina y Brasil, que debían ser de 20 millones por día, pero son de solamente 14 millones.
Los dos países vecinos están tomando previsiones para el momento en que Bolivia suspenda los envíos de gas. Argentina construye los gasoductos para llevar al norte de su territorio el gas neuquino de Vaca Muerta, mientras que Brasil avanza en sus proyectos de usar el gas de los yacimientos submarinos “pre-sal”, además de recibir el gas argentino en el sur y en la región paulista.
El experto Álvaro Ríos dice que el gas argentino podría llegar a la región paulista atravesando Bolivia para lo que usaría los gasoductos que habrán quedado vacantes cuando hayan cesado las exportaciones bolivianas a los dos países. Y el abastecimiento del sur brasileño sería mediante el gasoducto que se debe construir por Uruguayana. Parte del gas que pasaría por Bolivia en esa eventualidad podría quedarse en el país para atender la demanda interna, que es de 14 millones de metros cúbicos día.