20/06/2021
Los retrasos al Plan Gas.Ar y la escasez derivarán en mayores importaciones y uso de combustibles para generar electricidad.
La caída de la producción doméstica de gas sumada a la disminución del aporte de Bolivia conforma un complejo panorama para atender el abastecimiento energético durante el invierno.
Si bien en las últimas semanas hubo episodios puntuales que derivaron en cortes de suministro de gas al sector industrial y a las estaciones de GNC, en julio se producirá la mayor tensión del sistema gasífero, por ser el mes en que históricamente el país afronta el pico de consumo, relacionado con las bajas temperaturas.
En ese contexto, la consultora Ecolatina trazó un escenario de demanda y oferta de gas para ese período clave. Por parte del consumo, se estima que el próximo mes alcanzaría un promedio de 152 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d), una cifra similar al mismo mes del año pasado. Desagregando por sector, para el GNC y la industria se espera una demanda de 36 MMm3/d; para el segmento comercial y entes oficiales 7 MMm3, y para el residencial y centrales eléctricas, unos 55 MMm3/d.
Es decir, la demanda global de gas con respecto a los meses templados se incrementará en julio un 50%, y la del sector residencial se quintuplicará con el frío.
Por el lado de la oferta para atender a todas esas necesidades, las proyecciones realizadas por Ecolatina indican que la mayor parte provendrá de los yacimientos locales, que alcanzarían unos 117 MMm3/d. Casi el 40% de esa cifra lo aportaría Vaca Muerta. Para alcanzar ese escenario, se deberá mantener estable la producción convencional y aumentar un 2% la no convencional. Es decir que será necesario recurrir a otras fuentes de abastecimiento para saldar una brecha de al menos 35 MMm3/d que no podrá ser cubierta con producción local.
En ese contexto, la principal fuente de importación corresponderá al gas natural licuado (GNL) a través de las terminales de Escobar y Bahía Blanca.
Ante el escenario de escasez, el gobierno nacional tomó dos medidas: una orientada a incrementar el aporte de producción local y motorizar inversiones, mediante el lanzamiento del Plan Gas.Ar; y la otra a aumentar la importación de cargamentos de GNL, con el regreso del barco de la empresa Excelerate Energy al puerto de Ingeniero White, que empezó a inyectar días atrás.
Se estima que ambas terminales regasificadoras están en condiciones de aportar en julio un promedio de 30 MMm3/d.
La segunda fuente de importación será el gas de Bolivia, que alcanzaría unos 14 MMm3/d, unos 6 MMm3/d menos que en el invierno de 2020.