20/06/2021

En abril, YPF fue el segundo mayor productor de gas de esquisto del país con 194 Mm3. La empresa planifica US$500 millones de inversiones asociadas este año.

El programa de incentivos Plan Gas 4, para el período 2020-2024, ayudó a impulsar la fracturación hidráulica en la formación. Sin embargo, según datos de la Secretaría de Energía, la producción de gas de esquisto viene en caída desde agosto de 2019, cuando batió un récord de 1.110 millones de metros cúbicos (Mm3).
La producción diaria de gas de Argentina promedió 114Mm3 en abril, por debajo del récord de 144Mm3 diarios de agosto de 2019. El esquisto representó el 23% del total ese mes, mientras que los convencionales correspondieron al 59,3%, y el gas de arenas compactas, el resto.
El gerente de planificación estratégica de YPF, Patricio Da Ré, dijo que la pandemia había llevado a la empresa a reflexionar sobre su estrategia en torno al gas natural.
“A pesar de todo el foco, el norte, el gas no cambiaba”, dijo Da Ré durante una conferencia virtual que organizó la asociación regional de hidrocarburos Arpel. “Seguíamos viendo el desarrollo del gas natural como uno de los vectores de crecimiento de Argentina y también dentro de las energías futuras, las energías de transición en el mundo”.
Da Ré aseguró que, para YPF, el Plan Gas 4 significaba “poder desarrollar en forma rentable” sus recursos. “A medida que los productores firmaron contratos de suministro, comenzó a brindar visibilidad sobre la demanda y los precios”.
YPF planifica US$500 millones de inversiones asociadas este año, con un desembolso total durante los cuatro años del Plan Gas 4 de US$1.500 millones.

Vaca Muerta

El mayor productor de gas de esquisto de Argentina en abril fue Tecpetrol con 283Mm3. Su gerente de Planeamiento Comercial, Ceferino Di Camillo, describió los obstáculos que deben eliminarse para aprovechar mejor los recursos de gas de esquisto de Vaca Muerta.
“¿Qué es lo que necesita Vaca Muerta? Lo primero y fundamental son reglas claras y permanentes en el tiempo”, dijo el ejecutivo durante el evento, realizado en colaboración con el organizador del foro de inversión EnergyNet y los organismos Unión Internacional del Gas (IGU) y Organización Latinoamericana de Energía.
Di Camillo indicó que, entre 2017 y 2018 y “con reglas claras y los incentivos correctos”, en menos de dos años la empresa logró poner en operaciones el bloque Fortín de Piedra y comenzar a producir alrededor del 12% de la oferta nacional.
Añadió que, por el contrario, la incertidumbre política que surgió en 2019 cuando se introdujeron los controles de precios en medio de la agitación económica entrampó la producción e inversión.
Di Camillo dijo que un segundo factor estaba impulsando la demanda y mencionó como prioridad mejorar la infraestructura de transporte de gas.
“En función de la actividad actual y la previsión que tenemos los distintos operadores, vemos que para el invierno de 2022 el sistema de evacuación de gas natural desde la cuenca Neuquina va a estar saturado, con lo cual necesitamos destrabar el sistema de transporte para llevar a Vaca Muerta al consumo. Si logramos esto, Vaca Muerta estará en condiciones de explotar como recurso”, comentó.
El país enfrenta una oferta deficitaria de gas natural en los meses del invierno, cuando depende de las importaciones, generalmente de GNL, para compensar la escasez, mientras que en los meses de verano registra superávits. Por lo que, de fomentarse la producción nacional se reduciría o eliminaría la dependencia de las importaciones en invierno y de las compras a Bolivia, cuya propia producción está en declive.