20/03/2021

Unas tres mil empresas estarán alcanzadas por las subas en los segmentos desregulados, por la negociación de los nuevos contratos. La UIA reclamó que se tenga en cuenta la competitividad. El GNC se ataría al precio de la nafta.

Unas 3000 industrias de todo el país, grandes y medianas que compran la energía en el mercado mayorista, tendrán desde mayo un aumento en el costo del gas que llegaría hasta el 100%.

A principios de este mes, las fábricas y comercios que son Grandes Usuarios del Distribuidor (GUDI) -demanda mayor a 300 kW de potencia- sufrieron un ajuste en el precio estacional de la electricidad, que repercutirá en una suba de entre 35% y 50% final en sus boletas.
Las fábricas que adquieren el gas natural directamente a las petroleras negociarán los nuevos contratos en los próximos 45 días.
En ese mismo lapso, las productoras también finalizarán las conversaciones con las estaciones de servicio para vender el Gas Natural Comprimido (GNC), cuyo precio al público se podría incrementar más de un 20% dentro de un mes y medio.
Los contratos de abastecimiento de gas para las industrias se renuevan en mayo. Actualmente unas 3000 fábricas (tanto los gigantes Acindar, Techint, Bunge y Loma Negra como empresas medianas que compran en el desregulado mercado mayorista y no a las distribuidoras) pagan en pesos el equivalente a entre USD 1,80 USD 2,10 por millón de BTU a las productoras y comercializadoras del fluido.
El costo del gas treparía a unos USD 3,60 en promedio anual, en línea con lo que paga la demanda prioritaria (hogares y comercios) y la generación eléctrica a través de CAMMESA. En invierno, el golpe sería más fuerte, ya que los precios llegarían hasta los USD 4,50 o más.
Por otra parte, según publicó el diario El Cronista, el Gobierno analiza diferir un mes la aplicación de la suba de tarifas eléctricas para unos 2900 consumidores “GUDI”, dado que las distribuidoras experimentaron problemas y retrasos para correr los nuevos cuadros tarifarios con el incremento del costo mayorista, que está vigente desde el 1 de marzo.
La Unión Industrial Argentina (UIA) destacó que el aumento de tarifas -y la reducción gradual de los subsidios- “debe darse con escalonamientos y no puede recaer exclusivamente sobre el sector productivo, que en el actual contexto debe sostener el mercado interno y ser competitivo en lo que refiere a exportaciones”.
Según los datos de las productoras, para más del 95% de las fábricas la incidencia de la energía sobre los costos no es mayor al 5% en total.