20/09/2021

Algunos eventos desnudaron la fragilidad del sistema, actor importante en la transición energética del país.

Los sistemas de transporte entre la costa Atlántica y el centro de Colombia operan como si se trata de dos países diferentes, lo que imposibilita el transporte de este combustible entre ambas regiones, trayendo consecuencias para usuarios e industrias, y generando vulnerabilidades en todo el sistema.

Hace unos meses, un deslizamiento de tierra rompió el gasoducto de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), que desacopló una válvula en el campo Cusiana por el cambio de presión en el tubo afectado por la rotura. Los hechos se presentaron en el momento en que la planta CPF (Facilidad Central de Procesamiento) Cupiagua estaba en un mantenimiento programado que se debe hacer cada dos años, según el cronograma de Ecopetrol. El CPF Cupiagua despacha diariamente 210 millones de pies cúbicos de gas natural para atender las necesidades de la demanda nacional.
La falla que se presentó en el tubo de propiedad de Promioriente, que transporta el gas del Campo Gibraltar, obligó a la empresa comercializadora Vanti a suspender el servicio de gas natural a los clientes industriales y vehiculares de Boyacá, Cundinamarca, Santander y Bogotá, aunque sin afectar a Transmilenio.